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jueves, 21 de junio de 2012

Entrevista a Jorge Díaz Saez

Hoy tenemos el gusto de presentaros la entgrevista a Jorge Díaz Saez, él es enfermero, trabaja en el servicio de maternidad del hospital “La Inmaculada” de Huércal-Overa (Almería) donde lleva 11 años.
Empezó en temas de lactancia, maternidad… con el embarazo de su mujer y tercer hijo hace 15 años ya. Desde entonces colabora en la educación maternal de Huércal-Overa (Almería), ponente en diferentes cursos, jornadas… dirigidos a profesionales de enfermería, madres… Colabora con el teléfono de apoyo a la lactancia de Huércal-Overa (Almería) que lo lleva su mujer.

Contaremos con su presencia para la primera mesa redonda del congreso, el viernes 29, y que lleva por titulo el lema del mismo "Lactancia Materna, un compromiso social", de 11:15 a 12:45 horas.



Buscando la definición de “compromiso” en el diccionario, se cita “Decisión por la que alguien toma partido en una situación política, social, etc.” Pero si buscamos sus raíces etimológicas podríamos dividir la palabra en dos partes com-promiso, la primera es cum- que significa “unión, cooperación”, y la segunda -promiso, del verbo prometer que cuenta con varias definiciones: la primera que aparece en el diccionario es “Afirmar una persona con seguridad que realizará cierta cosa”.
A lo que el lema del congreso Lactancia Materna (de ahora en adelante L.M.) se ha añadido social, un compromiso social.

Lactancia Feliz Águilas: No sé si conoces a Yolanda González que también asiste al congreso. En uno de los capítulos de su libro, Amar sin miedo a malcriar (Integral, 2011) cita a M. Marrone el cual afirma que la empatía “sólo puede dar quien la ha recibido”. ¿Crees que podría suceder lo mismo con la expresión “compromiso social” hacia la lactancia?
Jorge: Pues si y no. Me explico. Sí por que si no conoces en profundidad el tema, las circunstancias personales que atraviesan las madres… es muy difícil que alcances a comprender la necesidad de un compromiso social en este tema. Y no por que la lactancia “está de moda” y mucha gente se sube a cualquier carro con tal de estar a la última.

LFA: También cita que “nuestra cultura todavía no valora las funciones femeninas positivamente, ni psicológica ni socialmente: el embarazo, la maternidad, la menstruación y la menopausia están mediatizadas por la educación recibida”. ¿Comparte esta afirmación? ¿Podría ser esta afirmación un “handicap” para el compromiso social hacia la L.M.?
J: Totalmente de acuerdo. Hemos focalizado en nuestra sociedad todo en productividad, trabajo productivo… y eso de la crianza no tiene importancia, es algo privado. Cuando tengamos mujeres y hombres con esta visión en política y en todas las áreas públicas, tal vez empiecen a cambiar las cosas.

LFA: ¿Cree que la memoria oral [entendida como la transmisión de las sensaciones de L.M de las madres (ahora abuelas) a sus hijas (recién estrenadas como madres)] puede condicionar este compromiso?.
J: Pues no lo sé ciertamente, pero evidentemente hacemos lo que vemos y será necesario hacer cosas diferentes para que así se trasmitan.

LFA: ¿Recuerda si su madre le hablaba de su parto o de los recuerdos de su lactancia?
Cuando fuiste padre, ¿recordó aquello que le contó en el momento de estrenarse como padre?
J: La relación con mi madre es poco profunda, aunque si recuerdo que nací en casa y mi tía –partera tradicional- fue la que me trajo al mundo. Mis padres estaban ya separados cuando nació mi primer hijo y fue muy duro para mí ser padre sin ningún modelo de referencia.


LFA: ¿Estudiando enfermería qué tendencias y posturas recuerda que había entorno a los profesores de la facultad? ¿y en la actualidad?
J: En enfermería el modelo tradicional: el profesional está bajo las órdenes del médico ¡imagínate las mujeres! Actualmente todo esta cambiando mucho pero aún conviven los dos modelos, quiero creer que el antiguo está claramente en crisis y tiene los días contados.

LFA: ¿Cree que en las salas actuales de paritorio en los hospitales, por la posición de dar a luz, es más protagonista o se facilita mejor el trabajo del ginecólogo o de la matrona que el de la propia embarazada? ¿Y el papel del padre en el momento de dar a luz es el adecuado?
J: El hospital donde trabajo lleva muchos años trabajando de forma diferente y siendo referente en Andalucía. Creo sinceramente que se procura que sea la mujer protagonista y el papel del padre se va mejorando, aunque en mi modesta opinión aun queda por andar.

LFA: ¿Qué opina de la alternativa de un parto natural en casa? ¿Cree que el inicio de la LM en un parto en casa es mejor que en un hospital?
J: Aunque no soy un experto en el tema, los estudios que conozco son muy claros, un embarazo sin riesgo puede dar a luz en su casa y por las experiencias conocidas en este sentido es mucho mejor. Hay que hacer una evolución hacia considerarlo el parto en casa como una alternativa más.

LFA: Se habla de “nacimiento sin violencia”, o, parir y nacer sin violencia ¿cree que el personal de los hospitales tiene interiorizado estos sentimientos: nacer sin violencia – compromiso con la lactancia?
J: Creo que estamos en un periodo de transición, una comunidades autónomas van más adelantadas que otras. Es preciso seguir trabajando ya que las actitudes son las más difíciles de cambiar, además normalmente se tienen pocos datos que nos ayuden a reflexionar (tasas de lactancia, nº de cesáreas, partos instrumentales…).

LFA: ¿Crees en la educación temprana para obtener una prevención integral en cuanto a la figura de los padres, antes del embarazo, durante y después y sobretodo en atención a la primera infancia? ¿Podría darse ésta en los colegios, institutos, centros de salud y hospitales?
J: Estoy totalmente convencido que es uno de los caminos fundamentales del cambio: los colegios. Ya de pequeños educarlos en otra forma de entender la vida en general y el embarazo, parto y puerperio, crianza… en particular.

LFA: ¿Creéis que el papel del padre o pareja es importante para que se de una L.M. de calidad y prolongada?
J: Fundamental, los estudios y mi experiencia en este campo lo corroboran. El papel de la pareja es esencial.

LFA: Citando a M. Odent, defensor del parto natural y espontáneo y que también participará en el congreso, D.m., dice “la noción de apego y periodo sensible se da en el periodo posterior al parto. Madre e hijo están impregnados de endorfinas, hormonas que tienen el rol preponderante en las conductas afectivas ¿qué opina de favorecer el contacto piel con piel justo en el momento del parto? ¿cree positivo que se inicie una interacción precoz madre-hijo de esta forma?
J: El contacto piel con piel está tan estudiado, ofrece tantos beneficios, no se ha demostrado ningún perjuicio que –como el lavado de manos, por poner un ejemplo- debería ni plantearse su no realización.

LFA: ¿Cree que la sociedad, arquitectónicamente hablando, tiene adquirido un compromiso social con la lactancia materna? ¿y con la crianza? ¿y con la infancia?
J: Pues ciertamente es otro de los elementos que quizás no sea el fundamental o el primero por dónde empezar en mi opinión, pero que aún estamos a años luz respecto a otros países.

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