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domingo, 17 de junio de 2012

Entrevista a Ricardo García de León

Para empezar la semana con fuerzas, publicamos nuestra entrevista al doctor Ricardo García de León. Él es jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Virgen del Castillo de Yecla e investigador principal del programa "Hasta que tú quieras" (HQTQ).

ENTREVISTA

Buscando la definición de “compromiso” en el diccionario, se cita “Decisión por la que alguien toma partido en una situación política, social, etc.” Pero si buscamos sus raíces etimológicas podríamos dividir la palabra en dos partes com-promiso, la primera es cum- que significa “unión, cooperación”, y la segunda -promiso, del verbo prometer que cuenta con varias definiciones: la primera que aparece en el diccionario es “Afirmar una persona con seguridad que realizará cierta cosa”.
A lo que el lema del congreso Lactancia Materna (de ahora en adelante L.M.) se ha añadido social, un compromiso social.

Asociación Lactancia Feliz Águilas: No sé si conocerá a Yolanda González, ponente en el congreso, en su libro Amar sin miedo a malcriar (Integral, 2011) cita que “nuestra cultura todavía no valora las funciones femeninas positivamente, ni psicológica ni socialmente: el embarazo, la maternidad, la menstruación y la menopausia están mediatizadas por la educación recibida”. ¿Comparte esta afirmación? ¿Podría ser esta afirmación un “handicap” para el compromiso social hacia la L.M.?

Ricardo: Por supuesto, y comparto la opinión que estamos ante un aspecto clave para entender el escaso compromiso social con la lactancia. La cuestión crucial es preguntarnos qué valor tiene para la comunidad la maternidad responsable. Se ha escrito sobre el tema tantas cosas que hoy existen pocas dudas de su enorme contribución a comunidad ¿por qué entonces esta situación de desprotección y falta de compromiso?
Respecto a lo que comentas sobre las “funciones femeninas”, es decir, las etapas en la vida de la mujer, pienso que se han medicalizado obviando su complejidad y la larga cultura femenina que las guiaba.

"Las etapas de la vida de la mujer se han medicalizado, obviando su complejidad y la larga cultura femenina que las guiaba"


LFA: ¿Cree que la memoria oral (entendida como la transmisión de las sensaciones de L.M de las madres(ahora abuelas) a sus hijas (recién estrenadas como madres)) puede condicionar este compromiso?.
R: En general, pienso que se trata de una cuestión cultural, como ya he apuntado arriba. Actualmente la mayoría de abuelas, que fueron mamás entre los años 60-90, no tienen experiencia con la lactancia materna, entre otros cosas, porque en esas fecha era realmente difícil amamantar (practicas generalizadas con horarios rígidos, separación madre-bebé, suplementos sistemáticos, etc). Este hecho, sin duda, supone una dificultad añadida para amamantar al faltar esa transmisión oral. Afortunadamente los grupos de madres y algunos profesionales recogen esa necesidad para compartir experiencias, recibir apoyo emocional y compartir conocimientos prácticos.


LFA: ¿Estudiando la licenciatura de medicina que tendencias y posturas recuerda que había entorno a los profesores de la facultad? ¿y en la actualidad?
R: En mi formación de pregrado no hubo ninguna formación en lactancia, sólo recuerdo algunas clases referentes a su composición química para contrastarlas con la leches artificiales, entonces tan de moda.


LFA: Se habla de “nacimiento sin violencia”, o, parir y nacer sin violencia ¿cree que el personal de los hospitales tiene interiorizado estos sentimientos: nacer sin violencia – compromiso con la lactancia?
R: Estamos hablando de cuestiones humanas de respeto y reconocimiento. La llamada medicalización del parto-nacimiento, en mi opinión, todavía no ha alcanzado el grado de integración entre los aspectos instrumentales y humanos necesarios para que el proceso del parto-nacimiento se produzca con seguridad, respeto y dignidad. Se trata de situar en el centro a la madre y su bebé respetando y protegiendo su espacio e intimidad. La estrategia del parto normal y otras estrategias como la IHAN, ya contemplan estas cuestiones, el problema es como implantarlo. Y aquí está el compromiso de las instituciones, de los profesionales, de la comunidad.


LFA: Citando a M. Odent, defensor del parto natural y espontáneo y que también participará en el congreso, D.m., dice “la noción de apego y periodo sensible se da en el periodo posterior al parto. Madre e hijo están impregnados de endorfinas, hormonas que tienen el rol preponderante en las conductas afectivas ¿qué opina de favorecer el contacto piel con piel justo en el momento del parto?
R: Estoy completamente de acuerdo y en el hospital donde trabajo es una cuestión clave que ya está implantada y medida en cualquier tipo de parto ya sean vaginales o cesáreas, salvo en determinadas circunstancias, que se reflejan en su historia, que lo hagan imposible. Es más, pienso que es una cuestión de derechos humanos.


LFA: ¿Cree que la sociedad tiene adquirido un compromiso social con la lactancia materna? ¿y con la crianza? ¿y con la infancia?
R: Pienso que en general, que nuestra sociedad, piensa poco en la infancia, en sus necesidades globales como personas, en sus extraordinarias capacidades para aprender, en el coste de oportunidad de una educación y cuidados integrales centrados en la familia. La inmensa mayoría de nuestro tiempo está orientado a la producción y al consumo; la reproducción es una carga extra que soportan principalmente las mujeres con escaso reconocimiento ni contrapartidas legales adecuadas.
Algunos países nórdico sí que contemplan y valoran en su justa medida estas cuestiones, pero esa es otra cuestión.

Yecla: las madres amamantan a sus bebés el doble de tiempo que en el resto de España

http://www.larazon.es/noticia/6317-el-hospital-virgen-del-castillo-de-yecla-implanta-un-nuevo-paritorio


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