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viernes, 1 de junio de 2012

Entrevista a Yolanda González Vara

Como ya habíamos avanzado, aquí teneis la entrevista con Yolanda González Vara, autora de "Amar sin miedo a Malcriar" (Integral, 2011). Yolanda es Psicóloga especializada en clínica de adultos. Podeis encontrarla en:

http://www.yolandagonzalez-prevencion.com/
yolanda.glezv@gmail.com

Contaremos con su presencia el viernes 29 de junio de 2012, de 13:15 a 14:00 horas, después de las comunicaciones. Dará una conferencia con título "La autorregulación y el temor a malcriar".

No os perdais nuestra próxima entrevista a Nieves Muñoz Rodríguez, matrona y coordinadora técnica del proyecto de Atención al Parto Normal de la Región de Murcia.

ENTREVISTA




Buscando la definición de “compromiso” en el diccionario, se cita “Decisión por la que alguien toma partido en una situación política, social, etc.” Pero si buscamos sus raíces etimológicas podríamos dividir la palabra en dos partes com-promiso, la primera es cum- que significa “unión, cooperación”, y la segunda -promiso, del verbo prometer que cuenta con varias definiciones: la primera que aparece en el diccionario es “Afirmar una persona con seguridad que realizará cierta cosa”.
A lo que el lema del congreso Lactancia Materna (de ahora en adelante L.M.) se ha añadido social, un compromiso social.




Lactancia Feliz Águilas: En uno de los capítulos de su libro, Amar sin miedo a malcriar (Integral, 2011) cita a M. Marrone el cual afirma que la empatía “sólo puede dar quien la ha recibido”. ¿Cree que podría suceder lo mismo con la expresión “compromiso social” hacia la lactancia?
Yolanda: Cuando hablamos de la empatía, lo hacemos en relación al sistema familiar. Es importante haber recibido para dar, pero no es imprescindible. A lo largo de la vida, tenemos oportunidades para llenar los vacíos afectivos que pudieran dificultar el acto de dar amor a nuestros hijos. A nivel Social, el abordaje es mucho más complejo. Son tantas las cosas, que deben cambiar!. Pero lo están haciendo y mucho, afortunadamente. Cambiar, es posible y sobre todo necesario en estos momentos históricos que estamos viviendo y las criaturas, merecen y necesitan esta apertura social sin demora.


LFA: Cita que nuestra cultura todavía no valora las funciones femeninas positivamente, ni psicológica ni socialmente: el embarazo, la maternidad, la menstruación y la menopausia están mediatizadas por la educación recibida. ¿Podría ser esta afirmación un “handicap” para el compromiso social hacia la L.M.?.


Y: Todavía hoy , hay muchas resistencias educativas y sociales, para colocar en el lugar que se merecen la función de la maternidad. Pero los cambios se están dando cada vez con más profundidad.
En concreto, poco a poco ser “Mujer” se va interiorizando como un privilegio y no como el prejuicio de ser un handicap para desarrollarse como ser humano en esta sociedad.
Dar vida, es siempre un milagro y ser mujer es la condición para ello. Somos unas privilegiadas en relación al proceso vital y vivirlo desde ahí, produce satisfacción y fuerza para criar a nuestros hijos con amor y paciencia.



LFA: En su libro, habla de una sociedad enferma, poco saludable que nos impregna a todos. En este sentido, ¿podríamos decir que las palabras compromiso social están vacías de contenido?, entendiendo que esta sociedad en la que vivimos entre otras muchas cosas, hay mucha confusión y mensajes contradictorios entorno a la crianza de nuestros hijos.
Y: Nuestra sociedad, está enferma. Enferma de estrés, de sufrimiento, de confusión… Para salir de ello, hemos de reflexionar mucho sobre los patrones intergeneracionales de modelos educativos, que sin ser conscientes, transmitimos de padres a hijos ininterrumpidamente.
Debemos retomar la crianza y la educación de las criaturas, como un eje prioritario, para el desarrollo de la salud infantil y por tanto de la sociedad.


LFA: Cita también que no hay tiempo que perder. El abordaje debe ser global y enfatiza mucho en la educación temprana para obtener una prevención integral en cuanto a la figura de los padres, antes del embarazo, durante y después y sobretodo en atención a la primera infancia.
Y: Dado que esto no se da realmente, otorga mucha importancia a los espacios de reflexión y a los grupos de apoyo a la lactancia prolongada, ¿cree que con ellos se puede realizar un firme compromiso para cambiar la situación actual?
En mi experiencia profesional, observo afortunadamente que se están operando muchos cambios profundos:
Cada vez más, hay madres y padres que desean un embarazo consciente y un parto no violento. Para ello, acuden a consulta y realizan un trabajo personal desde el mismo momento del embarazo e incluso antes. Nacer sin violencia, es un requisito necesario para una sociedad no violenta.
Por otro lado, los grupos de padres-madres, son espacios privilegiados de creciente demanda. En estos grupos, se reflexiona sobre los modelos de crianza actuales y se desarrollan actitudes más saludables en relación a los peques, siempre desde la empatía, la comprensión y el conocimiento del proceso de desarrollo evolutivo infantil.
Son grupos de formación, donde se descubren la función de las necesidades y emociones infantiles y la forma de interactuar adecuadamente sin crear interferencias innecesarias, fruto de modelos educativos obsoletos.
Los educadores infantiles, también están más sensibilizados y buscan formación adecuada, así como profesionales de la salud que se forman en el modelo preventivo y de promoción de la salud infantil.
Mi experiencia profesional, me otorga mucha esperanza, porque los cambios ya se están dando, y esta rueda no va a parar de girar.


LFA: ¿Crees que la memoria oral (entendida como la transmisión de las sensaciones de L.M de las madres(ahora abuelas) a sus hijas (recién estrenadas como madres)) puede condicionar este compromiso?.
Y: Las otras generaciones, están condicionadas por su propia experiencia personal y educativa. En función de cómo hayan vivido su propia maternidad, estarán más cercanas o distantes de modelos de crianza basadas en la lactancia natural y prolongada. Hay abuelas que la apoyan, pero hay otras muchas, que se sienten atacadas cuando sus hijas confían en otro modelo de crianza diferente al que ellas experimentaron. Son muchos los ejemplos que vivimos en los grupos con respecto a esta diferencia generacional. Requiere paciencia, pero también mucha determinación en el modelo de crianza que se siente como más saludable, más allá de las presiones sociales externas, para llevarlo a cabo.
De ahí, la importancia de estar en grupos de lactancia y grupos de madres-padres durante toda la infancia. Son la referencia y el apoyo necesario durante esta etapa del desarrollo infantil.



LFA: ¿Recuerda si su madre le hablaba de su parto o de los recuerdos de su lactancia?
¿Cuándo fuiste madre, recordaste aquello que te contó?
Y: Claro! Mi madre era muy amorosa y me contaba sus experiencias de parto, en aquella época nada gratificantes. Tuvo un parto natural, pero sin el apoyo y la ayuda necesaria del entorno. Deseaba una niña después de dos varones, así que olvidó “el calvario” del parto solitario, como ella lo llamaba y se entregó a la lactancia. Tuve la fortuna de disfrutar de la lactancia natural más allá de lo habitual.
Cuando llegó el momento de decidir sobre el lugar de mi parto, yo sentía con claridad, que quería ver nacer a mi bebé en un entorno cálido y sin interferencias externas, siempre que la salud me lo permitiera. La verdad, es que me daba un poco de pánico, dejar mi parto en manos de medios hospitalarios que no respetaran el proceso natural. Me preparé durante nueve meses para parir en casa. Cuando se lo comuniqué a mi madre, ella me respetó en todo momento, pues deseaba un parto más acogedor del que tuvo para si misma. Tuve la suerte, de que me apoyó durante los cuatro años de lactancia de mi propia hija.




LFA: He leído que tomaste la alternativa de un parto natural en casa, ¿podrías hablarnos un poco de ello para otras madres que lo estén considerando o para otras que ni siquiera se lo habían planteado?. ¿Crees que el inicio de la LM en un parto en casa es mejor que en un hospital?
Y: Parir en casa, fue para mí, la experiencia más completa y redonda que he tenido en mi vida. Ver nacer a mi pequeña, sin focos de luz, sin manipulaciones de ningún tipo, y siendo respetada en mi propio ritmo, movimiento y necesidades, fue algo que no olvidaré. Estar acompañada de tus seres queridos, y de profesionales respetuosos, es un regalo de la vida, que toda mujer se merece, si así lo desea y lo prepara. También, se pueden encontrar hospitales respetuosos con el parto natural. Las dos opciones, son válidas.
Considero que el inicio de la lactancia, si no hay interferencias, puede darse en el hospital o en casa de forma similar. Pero personalmente, preferí la intimidad del hogar.

 
LFA: ¿Crees que la sociedad, arquitectónicamente hablando, tiene adquirido un compromiso social con la lactancia materna? ¿o con la crianza? ¿y con la infancia?
Y: La Sociedad, somos todos nosotros.
Los futuros padres, las madres y padres actuales, los educadores, los profesionales, es decir todos los ámbitos que interactúan con la primera infancia desde el embarazo y durante toda esta etapa esencial para el desarrollo de la salud, SOMOS, responsables de favorecer unas condiciones más saludables, respetuosas y amorosas para las criaturas que vienen y las que ya están.
Esas criaturas, nos necesitan. Y se merecen lo mejor de cada uno de nosotros: El amor incondicional que sólo la maternidad/paternidad responsable y consciente, pueden garantizar.


Gracias a Congresos como éste, continuamos haciendo el camino hacia una maternidad y paternidad más consciente y respetuosa con quienes más necesitan el Amor y la seguridad afectiva: la primera infancia.


Muchisimas gracias Yolanda por responder a nuestras preguntas, D.m., nos vemos pronto en el Congreso.


Un abrazo con mucho amor para Yolanda desde nuestro blog

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